
En la asignatura de Lengua Castellana y Literatura hemos estado estudiando los movimientos artísticos de las vanguardias. Para una mejor comprensión de esta corriente se organizó una visita al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ubicado en Madrid. Durante la visita tuvimos que comprender por nosotros mismos las obras, llegando al significado detrás de la pintura.
Una de las obras que vimos fue El puente de Waterloo, de André Derian. Es un paisaje de Waterloo. Una masa de pequeños trazados envuelve al puente con una agradable variedad de colores. Sin duda fue la pintura más bonita que vimos allí. Nos gustó como los colores fríos de la ciudad se mezclaban con las tonalidades cálidas del sol. Es destacable cómo usa una técnica de cortos trazos para crear la sensación de movimiento
Una pintura que no nos gustó fue Pintura con tres manchas, n.º 196, de Kandinsky. Normalmente las obras abstractas esconden una figura o simbología, pero en este caso eran simplemente manchas de colores. A pesar de la destreza de las manchas, nos pareció que no valía como arte. Intentamos buscar un sentido en sus trazos, colores y formas, pero, a nuestros ojos, solo se observaban manchas sin propósito. Sin embargo, en la propia web del Thyssen- Bornesmiza se explica lo siguiente sobre este cuadro: «Kandinsky materializaba así su deseo de crear un equivalente de la música en pintura a través de un estilo que fuese capaz de evocar emociones y que, alejado de la realidad exterior, se convirtiese en la expresión de la fuerza interior del artista«.
El cuadro más interesante fue New York, 3, de Piet Mondrian. El artista es conocido por sus pinturas abstractas y geométricas. Nuestra tarea fue adivinar qué representaba sin haber leído su título. Cuando pasamos por delante me recordó a un mapa de una ciudad. Más tarde nuestro grupo tendría que reflexionar sobre el cuadro. Pasó un rato hasta que llegaron a la misma conclusión. Poco después descubrimos que el cuadrado amarillo representaba un parque, el Central Park.
La excursión nos gustó mucho. Es mejor poder profundizar en pocas obras que a uno le interesen a simplemente ver una infinidad de cuadros que no nos despierten la curiosidad. Algunas de las obras que vimos estaban muy bien seleccionadas. Además, la entrada para estudiantes es gratuita. El museo no es demasiado grande, por lo que se pueden observar una cantidad razonable de cuadros. Por esto, creemos que el Thyssen es un museo que vale mucho la pena visitar.