«Fue una época muy difícil», así es cómo los sanitarios de nuestro país describen la llegada de la COVID-19 y nos explican cómo lo vivieron en sus casas y en el hospital.
El 15 de febrero de 2020 entró al hospital universitario de Torrejón de Ardoz un paciente con síntomas de neumonía común que más tarde pasaría a ser el primer caso de contagio comunitario de COVID-19 en España. Uno de los médicos que estuvo con ese primer caso en el hospital, y que prefiere mantener el anonimato, asegura que durante la primera ola vivió con miedo a contagiar a su familia, sobre todo a los más mayores, a los más frágiles.
También advierte que fue muy duro ver la «avalancha de personas» a las que no podían atender como en cualquier otro momento de sus carreras médicas. Y junto al estrés y la impotencia de no poder ayudar, muchos decidieran que preferían estar con sus familias o cambiar de especialidad.
La gran mayoría de los médicos que estuvieron en primera línea se contagiaron pronto. Por suerte, bastantes eran jóvenes y no hubo muchos casos graves entre ellos. Aunque el virus suele atacar más a los mayores, alguno tuvo que ser ingresado.
Con respecto al movimiento negacionista, los médicos opinan lo siguiente: «Gente que no tiene ni idea de lo que ha sido esto. Gente egoísta, que solo piensan en sí mismos.[…]Evidentemente yo de cosas que no sé, intento no opinar demasiado». Se muestran enfadados y frustrados de que ellos nieguen la evidencia de lo que ha sucedido, creen que es faltar al respeto a los sanitarios que se han dedicado a esto y a las personas que han estado enfermas y han fallecido.

Durante la segunda ola de COVID, muchos denunciaron la poca planificación e insuficiencia financiera que afectó a los médicos, pero el desencadenante fue la publicación de un nuevo decreto en la ley que decía que: «ante otra posible ola, meterían enfermeros a sanitarios«, obligándoles a realizar funciones impropias de esa especialidad. Esto les llevó a hacer huelgas para mostrarnos sus condiciones laborales.
Pese a estos tiempos tan difíciles, los españoles, para agradecer a los sanitarios todo lo que hacían por nosotros y nuestras familias durante el confinamiento, salíamos a aplaudir a los balcones.